Nuevo reto: el avispón oriental amenaza nuestra biodiversidad
La llegada del avispon oriental (Vespa orientalis) supone un desafío creciente para el equilibrio de nuestros ecosistemas y para los técnicos especializados en el control de plagas. Los últimos años han confirmado su presencia en varias zonas de España, lo que nos obliga a reforzar la vigilancia y las medidas de contención.
¿Por qué es una amenaza?
Compite con las especies autóctonas por alimento y refugio.
Depredador de abejas y otros insectos polinizadores clave.
Puede alterar las dinámicas de población de fauna local y afectar la producción agrícola.
Señales de su presencia
Nidos de aspecto globoso, construidos con barro y fibras vegetales, generalmente en grietas de muros o aleros.
Actividad frenética en horas de máxima temperatura (mediodía y primeras horas de la tarde).
Observación de ejemplares de color marrón rojizo con bandas amarillas.
El papel de los técnicos de control de plagas
Como especialistas, debemos:
Realizar inspecciones periódicas en puntos críticos (edificios rurales, zonas industriales y parques).
Implementar trampas y cebos específicos que minimicen el impacto sobre otras especies.
Coordinar con ayuntamientos y asociaciones ambientales protocolos de actuación conjunta.
Tu colaboración es clave
Para frenar la expansión del avispón oriental, todos podemos aportar:
Informar de cualquier avistamiento a los servicios municipales o al organismo de control de plagas mas cercano.
No intentar retirar o destruir nidos sin profesionales cualificados.
Difundir buenas prácticas de apicultura y jardinería que refuercen la salud de los polinizadores.
La cooperación entre técnicos, administraciones y ciudadanía reforzará nuestra defensa frente a este invasor. Mantente alerta, actúa con responsabilidad y protege la biodiversidad que nos rodea.

¿Cómo identificar esta especie de avispa?
Se puede reconocer a la avispa oriental por las características bandas amarillas que le rodean el abdomen casi por completo, y que contrastan con el color marrón rojizo del resto de su cuerpo. Mide entre 25 y 35 centímetros, aunque hay ligeras diferencias en el color y tamaño de los ejemplares en función de su género y casta en la colonia, que se traduce en su función en esta. La reina de la colmena es la más grande en tamaño, seguida de las obreras y los machos. La diferencia más significativa entre estos grupos es que las hembras son las únicas que tienen un aguijón, que utilizan para protegerse a sí mismas y a la colonia.

